Buenas Tardes. Hablaremos hoy sobre el Asesinato de Líderes Sociales y Defensores de Derechos Humanos.
Reflexionando estos días sobre el Slogan del gobierno: “Colombia, potencia mundial de la vida”, me puse a averiguar qué quieren significar con el término “potencia”. Porque aparentemente, dicha locución suena a paradoja o a ironía. En efecto, cómo va a ser potencia de vida un país donde, lamentablemente, todos los días se mata a personas?.
Aparte de las aceptaciones matemáticas o físicas, que no son del caso, encuentro cómo en relaciones internacionales se denomina “potencias mundiales” a “las naciones que poseen la suficiente importancia a nivel global como para imponer sus propias reglas de juego y que además disponen de los recursos necesarios para defenderlos”.
Ni lo uno, ni lo otro.
Me correspondió concluir que se refiere a “ser algo en potencia”, es decir, ser capaz o poseer probabilidades de llegar a ser o hacer algo determinado.
Como quien dice, esta otra ocurrencia del señor Petro, sólo quiere significar cómo desea que en el futuro este país llegue a ser una potencia donde la vida sea respetada, donde no haya masacres, ni asesinatos selectivos. Es decir: estar en potencia de llegar a ser una nación donde el derecho a la vida sea respetado.
Pero por lo pronto se trata de un simple eslogan, sólo destinado a la propaganda política, a la publicidad.
Porque la realidad que tenemos es otra, bien distinta: según la defensoría del pueblo cada dos (2) días es asesinado un líder social en Colombia.
Entre 2.016 y 2.019 fueron asesinados 600 líderes en Colombia, así: en 2016: 133; en 2017: 126; en 2018: 178; en 2019: 118.
Según el Centro Nacional de Memoria Histórica, entre 1.982 y 2.012, es decir: en 30 años, se cometieron en Colombia 150.000 asesinatos selectivos.
Y no para la cruel matanza, pues entre el 1 de marzo y la tercera semana de mayo de 2020, se registraron 25 asesinatos selectivos (según la Fundación Paz y Reconciliación (la mitad de las víctimas directas eran de Cauca, Antioquia y Norte de Santander). La mayoría eran directivos de juntas de acción comunal.
Cabe preguntar: que hado maldito determina que a nuestros humildes líderes los estén asesinando vil y sistemáticamente?.
Por qué esa incapacidad institucional para garantizar el derecho a la vida a quienes ejercen algún liderazgo social?
Y mientras soportamos esta macabra vergüenza humana y moral la clase política y las élites económicas se encuentran distraídas en sus dinámicas de corrupción, mirando de soslayo la realidad.
Porque, como advierte la coordinadora del programa somos defensores: “ , para las castas políticas tradicionales de varias regiones del país….. ha sido funcional la criminalización de los movimientos sociales,….. y así avanzar en el despojo de tierras, la construcción de grandes obras de infraestructura, enriquecimiento ilícito, ejercicio libre de la corrupción, el mantenimiento de alianzas con mafias y narcotraficantes…. para tener el control total de los territorios”.
No hay duda, pues, de que los defensores de derechos humanos afrontan en Colombia un alto nivel de riesgo. Sobre todo en el sector rural, donde es notoria la falta de presencia del Estado y numeroso el accionar de grupos armados ilegales.
En cuanto a masacres hay que reconocer, dolorosamente, que en el primer semestre de este año se registraron 52 en el país que dejaron 168 víctimas (entre ellas 19 menores de edad).
Tan grave es la situación, con tres líderes sociales asesinados cada semana en Colombia, que la Corte Constitucional acaba de declarar el Estado de Cosas Inconstitucional (ECI), por la violencia “persistente, grave y generalizada” contra los líderes sociales en el país, al estudiar cerca de 20 tutelas de 2019 y 2020 interpuestas por líderes sociales, ordenando al gobierno y a la Fiscalía articularse y definir un plan integral para proteger los líderes sociales y defensores de los derechos humanos.
Visto este cuadro tan oscuro como desolador, cabe preguntar: presidente Petro: cuál potencia mundial de la vida?