Masiva Reforestación de nuestras Cuencas Hidrográficas
Los medios de comunicación, haciendo eco de las alarmas encendidas en foros internacionales y en convenciones y protocolos (como el de Kyoto), han venido desde hace algunas décadas presentando del mundo un panorama desolador, casi apocalíptico: gases de efecto invernadero, deshielo de los polos, elevación del nivel del mar, calentamiento global, desertización, pérdida de quebradas y ríos, alteración del clima, contaminación de los ríos y del mar, etc.
Y no les falta razón ya que, en realidad, marchamos inexorablemente por la vía de la sexta extinción masiva en el planeta tierra (entendida ésta como “un breve periodo de tiempo geológico en el que se extingue un alto porcentaje de la biodiversidad o de distintas especies (bacterias, hongos, plantas, mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces, invertebrados)). Tanto es así que ya se plantea cómo el agua escaseará tanto que adquirirá en el futuro próximo un gran valor y será aún fuente de disputas, confrontaciones y disensiones. Por ello hemos de impulsar la siembra de millones de árboles nativos en las cabeceras de nuestros ríos y quebradas (crearemos así miles de empleos productivos).
Otrosí: mucho debemos hacer por el agua, antes de los primeros resultados positivos de la transición energética.
- Conservar y reforestar cuencas y quebradas,
- Educar (la escasez del agua pone en peligro la seguridad alimentaria),
- La reforestación ayuda a mantener la humedad del suelo, contribuye a recargar los acuíferos subterráneos y aumenta el caudal de las quebradas,
- Influiremos así en la conservación de la biodiversidad,
- Evitaremos la erosión,
- Mejorará la calidad de vida de la población rural, con suministro de agua adecuado,
- Se garantizará la disponibilidad de alimentos,
- Incentivaremos económicamente la reforestación de cuencas y quebradas,
- También impulsaremos programas comunitarios de reforestación y conservación, incluso con participación de los estudiantes