Amigas y Amigos:
Hoy conversaremos un poco de un tema grueso: el de la inseguridad. Y lo es, como lo marcan las encuestas, por cuanto es uno de los dos que más reclama la gente. Lo cual es entendible, por cuanto a nadie le gusta estar prácticamente prisionero en su casa, por el temor de salir a la calle – especialmente a ciertas horas – y ser atracado. Y si se topa con uno de esos venecos degenerados que dejó ingresar Duque a montones y sin requisito alguno, con gran probabilidad le darán la ñapa: un tiro o una puñalada. Eso es lo que tenemos.
Recientemente un degenerado de esos amenazó con un cuchillo a una niña que iba hacia el colegio, la forzó y la violó.
Qué merece un hideputa de esos?. Por lo menos que rápidamente, por un procedimiento sumario pero con plena prueba, sea confinado en colonia agrícola durante 30 años.
Ya los noticieros parecen crónicas rojas, pues a diario se nos informa sobre el hurto de bicicletas a personas que vienen o van al trabajo. Cómo es posible que mientras la gran mayoría vamos a trabajar honradamente, hay un reducto de malandrines que pretenden sobrevivir con su vicio a costa del sudor, el esfuerzo y la tranquilidad de las demás?. No señores, eso no es racionalmente admisible. Por eso el Estado, al que hemos confiado la seguridad de todos a cambio de la libertad que teníamos en “estado de naturaleza” (como se indica claramente en el contrato social de Rousseau), debe proceder con prontitud, vigor y eficacia a conjurar esas reiteradas manifestaciones delincuenciales.
Hoy parecen periclitar los Alcaldes en este necesario empeño. Y qué diremos de la policía, que en ocasiones captura los delincuentes hasta 30 veces, y a los pocos días son dejados en libertad. La Fiscalía no sirve para un carajo; por eso hay que eliminarla y dar mejor destino a los 5.9 billones que nos cuesta su sostenimiento, ya que luego de 32 años de vigencia la impunidad de más del 94% permite comprobar su estruendoso fracaso. Fracaso rotundo también del tal sistema penal acusatorio, y de la casa por cárcel y de las rebajas de pena y demás engendros que mediocres penalistas copian de otros países, sin consultar previamente si se avienen con nuestra idiosincrasia.
Se corrobora lo anterior con estos contundentes datos:
-Medicina legal reporta 12.682 asesinatos, entre enero y noviembre de 2023 (637 más que en 2022). El año cerraría con 13.432 asesinatos.
-En Cartagena: 395 homicidios en 2023, turismo sexual, creciente inseguridad.(que, además va de la mano con la pobreza: 4 de cada 10 cartageneros son considerados pobres; 2 de cada 5 no comen las tres comidas diarias).
-El principal tema de los nuevos alcaldes y gobernadores es su preocupación por la inseguridad en las ciudades, llegando a proponer inhibidores para que los detenidos no sigan delinquiendo desde las cárceles. Es indudable que se requiere más tecnología.
-Los gremios piden un plan integral de seguridad a nivel nacional.
-La sentencia T-025/2004 declaró el estado de cosas inconstitucional en materia de desplazamiento forzado. Desde luego el desplazamiento forzado hacia las ciudades tiene una incidencia notoria en lo que respecta a inseguridad.
-El miedo predomina en buena parte de la población.
-En 2023 el mayor número de homicidios se registró en Bogotá (144), Norte de Santander (98), Atlántico (45) y en la Guajira (14).
-177 defensores de derechos humanos fueron asesinados en 2023.
-Cada día de 2023 fueron asesinados, en promedio, 37 personas. Se indica cómo la intolerancia fue el factor más determinante.
-En 2023 hubo en Colombia 100 masacres. Cuál potencia mundial de la vida?. Eso es una vergüenza.
-Fueron incautadas 15.57 armas de fuego, 589.710 armas blancas y capturadas 5.414 personas imputadas por homicidio.
Los datos precedentes confirman la gravedad de la situación de inseguridad a que estamos expuestos los colombianos(as) y la necesidad urgente de coordinar planes nacionales integrales donde gobierno nacional y gobiernos locales participen eficientemente, cada uno aportando sus propios recursos.
Por el bien de Colombia: Movimiento Cívico Nacional.